INICIACION ANTIGUA Y MODERNA

INICIACION ANTIGUA Y MODERNA
AUTOR: MAX HEINDEL

lunes, 15 de marzo de 2010

EL TABERNÁCULO EN EL DESIERTO - en you tube -


EL TABERNÁCULO EN EL DESIERTO
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Leemos en la Biblia la historia del modo en que Noé y un residuo de su pueblo con él, fueron salvados del diluvio y formaron el núcleo de la humanidad de la época o edad del ARCO IRIS, en la cual nos hallamos actualmente viviendo. En la Biblia se dice también que Moisés sacó a su pueblo de Egipto, la tierra del Toro - Tauro, - atravesando las aguas que anegaron a sus enemigos y les libertó con la denominación de pueblo elegido para adorar el Cordero - Aries, - en cuyo signo entró entonces el Sol por la presesión de los equinoccios. Estas dos narraciones se refieren a una misma y sola cosa, esto es, la emergencia de la humanidad infantil del inundado continente atlántico a la presente época de ciclos alternantes, en la cual el verano y el invierno, el día y la noche, el flujo y reflujo se suceden invariable y constantemente. Como quiera que entonces la humanidad acababa de ser dotada de la mente, empezó a comprender y a evaluar la pérdida de la vista espiritual que hasta aquel momento el hombre había poseído, con lo cual nació en ellos una nostalgia y anhelo por el mundo espiritual y sus guías divinos que acostumbraban haber y que no nos han abandonado nunca, pues la humanidad nunca ha cesado de lamentar aquella pérdida. Así, pues, el antiguo Templo de Misterios Atlante, el Tabernáculo en el Desierto, les fue dado para que pudieran hallar a su Señor cuando se hubieran calificado para ello, por medio del servicio y de la subyugación de la naturaleza inferior por él Yo Superior. Como quiera que había sido disecado y proyectado por Jehová, era la incorporación de grandiosas verdades cósmicas ocultas con el velo del simbolismo, y que les hablaban a su fuero interno, esto es, a su Yo Superior. 
En primer lugar, es digno de notar que este Tabernáculo de ideación divina, fue dado a un pueblo elegido, que debía erigirle o levantarle gracias a donativos y ofrendas voluntarias, entregados con toda su alma y corazón. Aquí tenemos para aprender una lección muy importante, porque la pauta que ha de seguir el camino del progreso, no se da a nadie que no haya hecho previamente una alianza con Dios, por la cual se compromete a servirle y se halla voluntarioso para ofrecer la sangre de su corazón, viviendo una vida de servicio sin buscar su propia conveniencias, El término "masón" es derivado de phree messen, que son unos vocablos egipcios que significan "Hijos de la luz". En el lenguaje masónico, Dios es conocido con el nombre de Gran Arquitecto. Arche es una palabra griega que quiere decir "sustancia primordial o primaria". Tekton es una palabra griega que significa constructor. Se dice que José, el padre de Jesús, era "carpintero", pero la palabra original empleada es la griega tekton, esto es, constructor.
Asimismo se dice que Jesús fue un tekton,, o sea, un constructor. De modo que todo místico "francmasón" verdadero, es un hijo de la luz, un constructor, que está esforzándose para construir el templo místico, con arreglo a la pauta o modelo divino que le ha sido dado por nuestro Padre que está en los Cielos. A este fin él dedica todo su corazón, alma y mente. Es su aspiración, o debe serlo, la de ser "el mayor en el reino de Dios", y por lo tanto, debe ser el sirviente de todos. 
El punto próximo que requiere nuestra atención es la colocación del templo con respecto a los puntos cardinales, y hallamos que estaba dispuesto directamente de Este a Oeste. Así, pues, vemos que el camino del progreso espiritual es el mismo que el del astro del día, esto es, marcha de Este a Oeste. El aspirante que entraba por la puerta orientar y continuaba andando hacia adelante, tocaba el altar de las ofrendas, o altar de los sacrificios, donde se quemaban aquellas ofrendas, después llegaba al Lavabo de Bronce, ara p penetrar a continuación en el vestíbulo, cuarto o departamento oriental del Tabernáculo propiamente dicho, llamado Lugar Santo, y por último, en la parte más occidental del Tabernáculo, el Sancta Sanctorum, donde el Arca, el símbolo más grandioso de todos, estaba colocado. Igual que los tres hombres sabios o Reyes Magos del Oriente, siguieron la estrella de Cristo en dirección del Oeste, hasta llegar a Belén, del mismo modo el centro espiritual del mundo civilizado se desplaza o marcha siempre hacia el Oeste, hasta que hoy la cresta de la ola espiritual, que en un lejano día partió de China, en las orillas occidentales del Pacífico, ha llegado ahora a las orillas orientales de este mismo océano, donde está juntando sus fuerzas para saltar una vez más en su cíclica jornada a través de la inmensidad de las aguas, para volver a empezar de nuevo en un lejana futuro una nueva jornada cíclica alrededor de la tierra. 
La naturaleza ambulante de este Tabernáculo en el Desierto, es, por lo tanto, una representación simbólica excelente del hecho de la naturaleza emigratoria del hombre, un eterno peregrino, pasando constantemente de las orillas del tiempo en la eternidad y volviendo otra vez.
Del mismo modo que un planeta revuelve y gira en su jornada cíclica alrededor del Sol, así el hombre, el mundo en pequeño o macrocosmos, se mueve cíclicamente en un círculo alrededor de Dios, que es el origen y la meta de todo. 
El gran cuidado y la atención tenida en los detalles acerca de la construcción del Tabernáculo en el Desierto, nos indica que algo mucho más exaltado que una mera impresión del sentido ocular se intentaba con su construcción. Bajo su apariencia material y terrenal, allí estaba diseñada la representación de cosas celestiales y espirituales, tales que contuvieran una instrucción completa para el candidato a la Iniciación; y, por consiguiente, ¿no es aceptable que esta refracción nos excite a nosotros para buscar en aquel antiguo santuario un conocimiento íntimo y familiar? Seguramente que está justificado que consideremos a todas las partes de su plan con atención sería, cuidadosa y reverente, recordando a cada paso el origen divino de todo él, y esforzándonos humildemente para adivinar a través de las tinieblas de su servicio terrenal sus sublimes y gloriosas realidades, las cuales, con arreglo a la sabiduría del espíritu, se nos ofrecen y proponen para nuestra solemne contemplación. 
Con objeto de que podamos tener la adecuada concepción de aquel sagrado lugar, debemos considerar el Tabernáculo en si mismo, su ornamentación o mobiliario y su atrio, La lámina que hallamos enfrente de la página 45 puede ayudar a que el lector se forme una idea más perfecta de la disposición y arreglo de los objetos que había dentro de este Tabernáculo.

del libro "Iniciación Antigua y Moderna", de Max Heindel


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